La inflación y la suba de tasas complican las finanzas de los estadounidenses

Según el informe anual del banco central de los Estados Unidos, el principal problema es que los salarios no siguen el mismo ritmo de la inflación: un cuarto de los encuestados afirmó que sus gastos aumentaron en 2022 pero sus ingresos no cambiaron.

Mundo23/05/2023 Redacción

Cada vez más personas en Estados Unidos sufren complicaciones en sus finanzas personales, producto de una inflación que el año pasado alcanzó máximos de cuatro décadas y el consecuente aumento de tasas de interés para intentar contenerla, según una encuesta realizada por la Reserva Federal (FED).

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Un 73% de los adultos consultados respondió que les estaba yendo "al menos, OK" en sus finanzas, respecto de un año atrás.

Esta cifra representa el menor porcentaje desde 2016 y cinco puntos porcentuales menos que lo registrado en 2022, según la Encuesta de Finanzas y Toma de Decisiones de Hogares, realizada anualmente por el banco central estadounidense en base a un muestreo de 11.000 adultos y sus respectivas familias.

"El reporte muestra que la suba de los precios afectó negativamente a la mayoría de los hogares y el bienestar financiero, en general, cayó respecto al año pasado, pese a que los trabajadores continúan beneficiándose de un fuerte mercado laboral", indicó la FED en un comunicado que acompaño la publicación de la encuesta y que fue difundido por la agencia Bloomberg.

La inflación en Estados Unidos alcanzó un récord inédito desde principios de los ochenta en junio pasado cuando registró un 9,1% anual.

Desde entonces, y tras sucesivos aumentos de tasas por la FED, el índice se fue moderando y llegó al 4,9% el mes pasado, aunque aún sigue lejos de los niveles pre-pandemia.

El principal problema es que los salarios no siguen el mismo ritmo de la inflación: un cuarto de los encuestados afirmó que sus gastos aumentaron en 2022 pero sus ingresos no cambiaron.

En tanto, dos tercios dijeron que consumieron con menor frecuencia un producto o directamente lo dejaron de hacer por la suba de precios, y un 51% indicó que redujo sus ahorros.

Otro dato alarmante es que un 28% de los encuestados señaló que abandonaron algún tipo de cuidado o gasto médico en el último año debido a que no lo pudieron pagar.

En tanto un 63% respondió que, en el caso de recibir un gasto inesperado de US$400, recurriría a tarjetas de crédito o al dinero de familiares, por no contar con liquidez; y un 13% que no tendría directamente ninguna forma de pagarlo.

Otro problema es la inseguridad de los estadounidenses de cara a sus jubilaciones: sólo un 31% cree que sus ahorros están encaminados para el momento del retiro, respecto al 40% de dos años atrás.

Más allá de los datos tendenciales, siguen registrándose inequidades en diversas minorías: un 65% de adultos que se identifican como LGBTQ+ respondieron que están bien en lo financiero contra un 75% de quienes no señalan ser de dicho grupo, mientras que las personas con discapacidades sólo respondieron afirmativamente en un 56%.

Pese a los problemas financieros, los encuestados coincidieron en que el mercado laboral sigue siendo sólido: no es para menos, el mes pasado el desempleo cayó al 3,4%, un mínimo histórico, según informó el Departamento del Trabajo.

Un tercio de los encuestados señaló que recibieron un ascenso mientras que 70% indicó que tuvieron un incremento en el salario, de acuerdo a la encuesta publicada por la FED.

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