Se va la primera (vuelta): interpretaciones de las PASO igual que siempre, la espuma tapa la cerveza

Las encuestas acertaron mayormente dentro de los márgenes de error a pesar de sus dispares metodologías y hay que tener en cuenta que la última semana de campaña, donde no se pueden publicar estudios, existieron “eventos” que pudieron volcar indecisos: un hecho de inseguridad y un salto del dólar.  Como se manifestaba hasta el cansancio a mayor crisis mayor crecimiento del extremo disruptivo. 

Quienes veíamos datos y analizábamos elementos marcábamos que eran  “4 tercios” en disputa, las 3 fuerzas y un 4 factor que incidía en los tercios: el nivel de participación. Por ende lo obtenido por cada candidato o fuerza es a partir de un 68% de Participación con un 5% de Voto en blanco, es decir ante una baja concurrencia, sus porcentajes crecen al haber un menor total por el que dividir. Estos números no son netamente reales respecto a la sociedad, por lo que la Primera Vuelta, es decir la Elección General con los candidatos definidos aún esta abierta. 

Es un 2% el que separa al candidato mas votado con el tercero, entre ellos media una segunda fuerza a 1% de cada uno. En una elección donde muere el mito de la estructura y los medios parcialmente ya que es vox populi que las listas de Milei fueron apoyadas estratégicamente por la estructura PJ. Sin menospreciar el hecho histórico que realizó este candidato, el escenario en primera vuelta tiene a favor el recuento sobre los Votos Afirmativos Válidamente Emitidos que levantará los pisos en caso de alto voto en blanco como la ampliación segura del nivel de participación, por lo que los interrogantes serán: ¿Esos votos irán al efecto ganador? ¿ tendrá efecto una campaña del miedo? ¿Cómo diferenciarse entre dos fuerzas iguales? ¿La maquinaria electoral comenzará a funcionar?

Milei deberá seguir con su liderazgo simple ante una república en crisis: un culpable, una solución  mágica y un enemigo. Patricia Bullrich deberá mostrarse como la candidata que sí puede llevar adelante el cambio (similar al de Milei) porque tiene estructura y espalda. Massa, quien tardó en reaccionar, deberá montar una campaña del miedo y acostarse en la estructura, apostando a una segunda vuelta.  

Lo que subyace, para la sociedad, será elegir el tipo de caos.  Crisis controlada o crisis terminal. Las elecciones son emociones. Ahí estará la disputa.