Alerta por la segunda ola El Gobierno busca convencer a la Ciudad de reinstalar la “fórmula” del AMBA contra la pandemia

Alberto Fernández tratará de consensuar medidas con Horacio Rodríguez Larreta y Axel Kicillof. En Casa Rosada admiten que tras las Pascuas “no habrá margen para que siga todo igual”. Transporte, reuniones sociales y actividades recreativas, en la mira.

Actualidad01/04/2021 Redacción

El primer paso lo dio Axel Kicillof. Pasado el mediodía del miércoles, cuando desde el área de Salud le adelantaron que el número de casos iba a romper el récord de la pandemia, el gobernador contactó a Horacio Rodríguez Larreta. Tras un intercambio de chats de Whatsapp, hablaron por teléfono y acordaron seguir la evolución de las cifras durante el fin de semana largo y plantear eventuales "medidas en conjunto" a partir del lunes.

Luego, fue Alberto Fernández quien movió sus fichas e instó a que sus colaboradores sondearan a autoridades porteñas por un posible encuentro, que más allá de los trascendidos nunca llegó a estar confirmado oficialmente para este jueves y que, según afirmaron altas fuentes oficiales de ambas administraciones, recién se realizará este sábado.

Aunque a priori Kicillof no sería de la partida en este reencuentro, la secuencia da cuenta de la intención del Gobierno de volver a instalar la "fórmula del AMBA" que le dio resultados durante 2020 pero que, tras los chispazos políticos y la apertura casi total de actividades, había quedado en desuso.

Hay en la gravedad de la situación sanitaria -así lo manifiestan los tres ministros de Salud- un hilo conductor que puede ayudar a recomponer esa tríada. Si bien el análisis que hacen tanto en Nación como en Provincia respecto a la pandemia es similar y tiene el refuerzo que implica la pertenencia al mismo espacio político, también tiene puntos en común con la Ciudad.

En las tres administraciones hay un convencimiento de la necesidad de avanzar primero con medidas que no afecten a la actividad económica. En un año electoral, la caída en la recaudación es una variable que nadie quiere observar.

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Quienes hablaron con Fernández en las últimas horas aseguran que sigue "con mucha preocupación" la curva de contagios, sobre todo porque los partes periódicos que recibe de la ministra de Salud, Carla Vizzotti, dan cuenta de un aumento exponencial en los últimos días.

En la Casa Rosada insisten en que, más allá de la transmisión comunitaria de las nuevas cepas de Manaos y Reino Unido, que "podrá tener un impacto en algunas semanas", es el relajamiento de los cuidados individuales lo que motivó este escenario. "Las actividades con protocolos no son riesgosas", sostienen.

Por eso el Gobierno lanzará en los próximos días una campaña publicitaria masiva en medios de comunicación para intentar concientizar, con la premisa de que depende de la responsabilidad individual que no se agrave la situación y que, en consecuencia, se deban endurecer las restricciones. "No vamos a dejar que estalle todo", alertan. 

Al mismo tiempo, en Balcarce 50 también se comenzaron a mover políticamente. Así, a pesar de la tensión latente que hay con la Ciudad de Buenos Aires luego de que el Presidente dispusiera el recorte de fondos de la coparticipación, la intención es acercar posiciones con Rodríguez Larreta, al menos en materia sanitaria, para entablar un esquema de decisiones tripartito.

El jefe de Gobierno porteño dudó cuando su vice, Diego Santilli, recibió el llamado del secretario general de Presidencia, Julio Vitobello. Lejos del vínculo cercano, en el que Fernández lo señaló como su "amigo", la quita de fondos sólo fue el primero de una serie de desencuentros políticos que los distanciaron.

Tironeado por la interna de Juntos por el Cambio, aunque se trate de un tema ineludible como es el combate de la pandemia, Rodríguez Larreta prefirió que el acercamiento fuera progresivo. De ahí que, a pesar de que desde la noche del miércoles los medios hablaban de un encuentro "inminente", desde la Ciudad bajaban las expectativas y deslizaban que probablemente iba a haber contactos previos entre colaboradores y técnicos. En efecto, la reunión recién se dará el sábado, bajo la modalidad "desayuno de trabajo".

"No podemos prestarnos a una foto en la que después se comunican cosas que no se hablaron", justificaron fuentes porteñas. En ese sentido, la desconfianza se reavivó en las últimas horas por la polémica que se desató cuando los cambiemitas Cristian Ritondo y Jorge Macri tuvieron que aclarar que en una cumbre en Casa Rosada a la que fueron invitados el lunes para la firma de un convenio, no dieron ningún aval para postergar las PASO. 

Antes de la cumbre Fernández-Larreta, es el momento de los jefes de Gabinete: Felipe Miguel (Ciudad) y Carlos Bianco (Provincia) hablaron en las últimas horas y lo volverán a hacer este viernes. "Intercambiaron información, hablaron de mantener una coherencia en las medidas entre los dos distritos, pero priorizando las medidas que no afecten la actividad económica", precisaron interlocutores. Santiago Cafiero, ariete del Presidente, se sumará para articular algunas decisiones. Por caso, algo que sólo Nación puede definir: el transporte público en el AMBA, una de las principales preocupaciones.

Tanto en Provincia como en Ciudad comparten la mirada respecto a que, si se deciden intensificar los controles para garantizar que sólo sea utilizado por esenciales (incluidos docentes y alumnos), los tres distritos deben hacer su parte: "Lo que se haga, tiene que ser coordinado", coinciden. 

Lo mismo evalúan respecto a las reuniones sociales -tras el límite de diez personas impuesto en Provincia- o eventuales límites a la nocturnidad después de Semana Santa. Ahí, mientras desde la gobernación bonaerense admiten que en algunos distritos del Conurbano se podría volver "a fase 3, la postura porteña podría dilatar definiciones: Larreta, dicen los suyos, quiere agotar todas las instancias antes de cerrar cualquier actividad que profundice la crisis económica. "Primero vamos a reforzar todos los controles para mantener la situación como hasta ahora, si eso no funciona, veremos", explican. La semana próxima sería "de prueba" y hay quienes empiezan a hablar del viernes 9 de abril como "fecha límite" para aplicar el "freno de mano". 

Fuente: Clarin

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