No hay trabajo que cuide más el medioambiente que el de los trabajadores recicladores y recicladoras

Estamos todos de acuerdo en que algo hay que hacer con las toneladas de basura que se generan todos los días, que terminan en basurales a cielo abierto o van a entierro, contaminando la tierra y las napas de agua. Algo hay que hacer con las toneladas de residuos plásticos que no van a biodegradarse hasta dentro de miles de años y llenan basurales y océanos.

Creo que también todos estamos de acuerdo en que algo hay que hacer con la situación de miles de cartoneros y cartoneras de este país que trabajan en las peores condiciones sin derechos ni garantías trabajando en basurales en donde a veces también viven o llevando basura a sus casas para poder separarla y luego venderla. Es la economía del día a día que no te permite planificar ni proyectar más allá del plato de comida de hoy para vos y los tuyos.

Así vivimos con mi familia y la gran mayoría de mis vecinos y vecinas de Fiorito durante muchos años. Llevando basura a nuestras casas para ahí separarla y después venderla para poder comer al día siguiente. Revolviendo en la basura para poder vivir. Nos salvó la organización cartonera, la cooperativa de trabajo que formamos hace 15 años ya que nos dio derechos básicos como un salario mínimo, horarios y condiciones de trabajo dignos. Pero la nuestra es una situación muy privilegiada a comparación de la de la mayoría de los trabajadores y trabajadoras del sector que todavía laburan en las condiciones de desprotección más absolutas y eso tiene que cambiar.

Nuestra propuesta para esto es una Ley de Envases con Inclusión Social. Para revertir la contaminación ambiental y generar dignidad para las familias cartoneras. Es una Ley que está basada en el principio de responsabilidad extendida del productor, esto quiere decir que los que ponen envases en el mercado tienen que hacerse cargo de lo que pasa con esos envases una vez que se consumió el producto. Se les pide que diseñen los envases de forma más ecológica, que se puedan reciclar, que piensen que tipo de materiales van a usar etc.

Los productores pueden generar envases retornables o pagar una tasa ambiental que varía según las características del envase. Cuanto más reciclable es el envase que producís, cuanto menos impacto ambiental tiene, menos pagas. Esa tasa va a financiar los sistemas de reciclado que recuperan ese material. Se van a generar puestos de trabajo para el sector y a mejorar la calidad de los ya existentes.

No hay trabajo que cuide más el medioambiente que el de los cartoneros y cartoneras. Se estima que cada uno recupera unos 100 kilos de material por día y nuestro sector en su conjunto recupera unas 10 toneladas diarias de basura. Lo hacemos a costa de nuestra salud, jodiéndonos la cintura y la espalda y las más de las veces con sueldos de hambre. Para nosotros la justicia ambiental y la justicia social van de la mano. Tenemos que frenar la contaminación que tanto nos afecta y tenemos que generar trabajo digno y derechos para los últimos y las ultimas de la fila.

El lobby empresarial miente y dice que esto es un "impuestazo" y que es una caja para las organizaciones políticas. La realidad es que las empresas que se oponen son las mismas que aumentan los precios aprovechando su situación de monopolio. Esto no es un impuesto, es una tasa ambiental que deben absorber las empresas para reducir la contaminación. Esa tasa no supera en general el 0,2% del valor del producto.

Les pedimos a los diputados y diputadas, que lean el proyecto de ley y que lo acompañen en el Congreso. Que no se dejen intimidar por las grandes empresas que son las que concentran la riqueza y los beneficios mientras que el resto pagamos los costos de este mundo tan desigual.

La Ley de Envases con Inclusión Social es un gran paso hacia adelante en la problemática ambiental y laboral de nuestro país. Acompañemos el proyecto!