Beston: emprendedores crean camperas que te abrigan y generan carga para tu móvil

En invierno, cuando las temperaturas bajan y las lluvias, la nieve o la niebla se suceden día tras día, un imprescindible antes de salir de casa es el abrigo. Una prenda estacional donde las haya que nos proporciona el calor necesario para no sufrir los males del catarro o la congelación (para los más sensibles)… o al menos lo intenta.

Y es que, las propias propiedades del tejido usado en los abrigos tradicionales le ofrecen la capacidad de resguardarnos del frío exterior, pero no proporcionan la sensación suficiente de confort que podríamos tener en un día más caluroso. O la que podríamos tener si nos quedamos en casa con la calefacción puesta. 

¿Cómo surgió la idea de poner en marcha la empresa? ¿Qué necesidad pretendías cubrir en el mercado?

La idea surgió de una manera muy simple, pasando frío en pleno centro de Madrid. Siempre habíamos tenido ideas para llevar a cabo, pero nunca una que nos hubiese motivado tanto. Creemos que Beston no cubre una necesidad, sino que la crea: una prenda que te calienta y con la que puedes cargar el móvil es una novedad en todos los sentidos y la gente todavía no comprende esa necesidad, ya que no existía ninguna prenda que la cubriera.

¿Cómo funciona vuestra tecnología? 

La tecnología se basa en un sistema de resistencias compuesto de fibra de carbono, que se activa con un botón situado en el pecho y que se alimenta con una batería de 5V. La batería tiene un bolsillo creado específicamente para la misma, y se extrae y recarga rápidamente. La batería cuenta con dos puertos USB, uno para proporcionar energía a la cazadora, y otro para cargar el teléfono.

¿Cuáles son las principales barreras que os encontrasteis a la hora de desarrollar vuestra idea?

A las fabricas nacionales y a la mayoría de internacionales esta idea les parecía demasiado compleja, por lo que el rechazo era constante en cuanto a producción. No sabían abordar la parte tecnológica de la prenda y lo que esto podría suponer en diseño. Podemos sentirnos orgullosos de haber encontrado esa fábrica y de haber creado una prenda ligera y versátil, en la que la tecnología, en cuanto a estética, no tiene ningún impacto.

¿Está ya en fase de comercialización vuestra tecnología? 

Empezamos las ventas el pasado diciembre, y actualmente son más de 200 clientes los que pueden disfrutar de nuestro producto. De momento hemos centrado el tiro en un modelo B2C, aunque estamos preparando una campaña B2B.

¿Puedes comentar algún ejemplo concreto que sirva para ilustrar las ventajas de vuestra innovación? 

Sabemos que la gente, ante un cambio de hábitos, siente rechazo hasta que prueba las ventajas del producto en persona antes de la compra. Decidimos situarnos en una tienda muy conocida de Madrid durante la segunda semana de ventas de la marca para poder acelerar la distribución del producto y que la gente se hiciera al mismo. El éxito fue rotundo, superamos la previsión de ventas y rompimos casi todo el stock que llevamos desde el almacén. Volvimos a realizar esta acción dos semanas después y ocurrió exactamente lo mismo. La aceptación de la gente fue increíble. A medida que contábamos la idea, la sorpresa era mayor. Siempre dejábamos para el final el ‘detalle’ de que puedes cargar el móvil, además de calentarte, y la gente se sorprendía más todavía y lo valoraba de manera muy positiva.

¿Qué feedback están recibiendo de estos abrigos?

Recientemente uno de nuestros clientes tuvo el gesto de mandarnos una anécdota, que te resumo: “Estábamos en Austria, en un viaje de esquí, y uno de mis amigos y yo decidimos ir a hacer la compra. Para ello había que coger un autobús y bajar en el supermercado. Nos equivocamos de autobús y no sabíamos cuando iba a pasar el de vuelta. Así que nos pusimos a caminar, mi amigo con un jersey y yo con mi Beston. A los 5 minutos, mi amigo ya no podía más del frío que pasaba, por lo que se nos ocurrió y turnándonos la Beston hasta llegar de vuelta al pueblo. Gracias a Beston todo salió bien!”. Esta anécdota y algunas otras nos han llegado, la mayoría por el impacto que les supone y la sorpresa de tener una prenda calefactable. ¡Todo positivo!. Las ventajas frente a prendas tradicionales son el poder realizar actividades en pleno invierno, sin tener que ir con muchas prendas encima y además manteniéndote conectado gracias a la posibilidad de cargar el móvil. Pasear al perro, clases de tenis, excursiones, en la moto…

Previsiones de alcance en el mercado.

No existe un cliente potencial para nuestro producto, por mucho que intentáramos forzarlo. Tenemos claro zonas geográficas que, a grandes rasgos, es la parte media y norte de España. Desde luego es un producto, o más bien una nueva necesidad, con claras oportunidades en ambos géneros y en los diferentes rangos de edad. Si es cierto, que estamos centrándonos sobre todo en personas de entre 24 y 40 años.

¿El desarrollo de la tecnología ha sido propio o han contado con terceros? ¿Ha sido 100% creada en España?

Para el desarrollo contamos con terceros, ya que necesitamos que se aúnen en una misma cesta todas las fases de producción. De esta forma evitamos retrasos por la parte textil o por la parte de tecnología en caso de que la otra esté lista. Además, aunque Beston es 100% española, de momento no nos es posible traer la producción a España, aunque es nuestro principal objetivo en este sentido. Los costes serían demasiado altos y nuestro precio de venta, exorbitado.

Financiación: ¿han emprendido ya rondas de financiación? ¿Por cuánto valor? ¿Tienen prevista alguna ronda en un futuro cercano?

Este febrero vamos a comenzar la primera ronda de inversión, de cara a llevar a cabo el gran plan estratégico de Beston. Tendremos inversiones institucionales y privadas. Los detalles de la ronda son confidenciales, de momento.

¿Cuantas personas estáis involucradas actualmente en el proyecto?

Actualmente somos 3 personas: los dos socios e Ignacio, que lleva la parte de redes sociales. 

Próximos retos del proyecto, algún hito próximo que podamos adelantar a los lectores.

Puedo adelantar que a finales de febrero (principios de marzo) tendremos ya con nosotros los chalecos calefactables y las cazadoras largas (las actuales son cortas) calefactables. La estrategia del año que viene prefiero mantenerla de manera confidencial.